Durante el embarazo, la mujer debe tener muchos cuidados y uno de ellos muy importante es la alimentación
ya que la vida del bebé depende en buena parte de la dieta de la madre. Hay una falsa creencia de que cuanto más se come, más sano nacerá el bebé. Sin embargo, lo mejor es llevar una dieta equilibrada de calidad, para que ambos tengan una excelente salud.
Una futura mamá debe subir de peso entre kilo y kilo y medio por mes, lo que se traduce en un aumento de entre 12 y 14 kilos de peso durante el periodo de gestación. Superar o estar por debajo de esas cifras, representa un riesgo tanto para la madre como para el bebé.
Las dietas de adelgazamiento quedan prohibidas durante el embarazo, ya que de esta forma el feto no recibiría los nutrientes necesarios para su desarrollo.
La dieta de una mujer embarazada debe ser rica en alimentos frescos, fundamentalmente cereales, frutas, verduras, pescado, carnes, huevos y lácteos. En cuanto a las necesidades calóricas de una embarazada y para el correcto desarrollo del feto es suficiente con incrementar 250 calorías más la dieta diaria.Evita el consumo de grasas, dulces y bebidas gaseosas. Salud180 te recomienda las siguientes porciones y alimentos que debes incluir en tu alimentación.
Fruta (2-4 raciones): Una ración equivale a media taza de fruta cortada, una fruta mediana (como una pera o una manzana) o a tres ciruelas.
Cereales (6-11 raciones): una ración equivale a una rebanada de pan, 150 gr de cereales o 100 gr de arroz o pasta.
Lácteos (3-4 raciones): una ración es un vaso de leche, dos yogures, 150 gr. de queso fresco o un flan.
Proteínas (2-3 raciones): una ración es un filete de carne roja, de pollo, de pescado, o bien dos huevos.
Verduras (3-5 raciones): una taza de verduras crudas o media taza de verdura cocida.
La sal es necesaria para el embarazo y no debe eliminarse de la dieta, pero hay que usarla con moderación y siempre prefiriendo la sal yodada.
La vitamina fundamental para las mujeres en estado de gestación es el ácido fólico. La puedes encontrar en las verduras de hoja verde, los espárragos, las legumbres y el hígado. Para las embarazadas es imprescindible tomar al menos 0,4 mg. de esta vitamina cada día, principalmente en las primeras semanas.
Recuerda que antes de adoptar un régimen alimenticio debes consultar a tu medico, pues es él quien debe vigilar la dieta y el estado de salud de ambos.